Época: XX6
Inicio: Año 1915
Fin: Año 1925

Antecedente:
Das Bauhaus

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

En 1933, cuando se trasladó a París, será Kandinsky otro de los abstractos que aporten su experiencia a la iniciativa Abstraction-Création. Allí coincidiría, aparte de con otros autores ya mencionados, con los más jóvenes Alberto Magnelli, Auguste Herbin, Jean Hélion, y especialmente con Jean Arp, a cuyo influjo no pudo substraerse.La praxis constructivista marcó especialmente las actividades de la Bauhaus después de 1923, fecha en la que fue llamado L. Moholy-Nagy (1895-1946) para ejercer la docencia. Ese mismo año Itten y Schreyer abandonaron la escuela. Moholy, muy familiarizado con el lenguaje de Lissitzky y Naum Gabo, promovió enérgicamente una renovación estilística favorable al purismo constructivo y al funcionalismo. Este giro se hará aún más manifiesto cuando la escuela se traslade a Dessau, en 1925. Para entonces las actividades bauhausianas serán uno de los soportes más importantes del constructivismo internacional. Las experiencias artísticas dentro de la escuela se evaluarán entonces como formas experimentales previas al industrial design, objetivo prioritario de la enseñanza. Esto implicaba cierta marginación de los principios expresionistas. Dos alumnos aventajados, J. Albers (1888-) y Herbert Bayer (1900-) se incorporaron al profesorado. Ellos el arquitecto húngaro Marcel Breuer (1902-) generarán con Moholy los nuevos intereses de la escuela en la etapa de Dessau. Dimitirán, con Gropius, en 1928, momento al que siguieron los años más críticos.Moholy se hizo cargo del taller de metal al tiempo que Albers impartía los cursos elementales. Ambos hicieron hincapié en el análisis de los materiales y el elementarismo formal. Esta no era una novedad en la Bauhaus, pero sí enfocaban el estudio con intereses nuevos. Se abrían nuevas expectativas con la fascinación por la técnica y la idea de una superación el individualismo artístico, lo mismo que cualquier concepción elitista o romántica del arte. La alianza de arte y ciencia podía permitir nuevas transformaciones. En lo que respecta al análisis de los materiales, se empezaron a cumplir objetivos distintos. Seguía considerándose que el material había de devenir raíz de la forma, pero se observa una minusvaloración de las cualidades sensibles de éstos. Lo incorpóreo, el rendimiento dinámico y energético, la transparencia pasan a ser las magnitudes visuales demandadas en el diseño. La transcendencia formal prima sobre los valores orgánicos y sensibles de los materiales, y esta es una de las vías por las que se afianza el purismo constructivo.Los Moduladores luz-espacio son las creaciones más conocidas de Moholy Nagy. Se trata de móviles compuestos de elementos estereométricos. Se incorporaban diversos materiales, pero presentados a la visión con absoluta asepsia. La construcción móvil regulaba el espacio real y ofrecía una imagen cambiante de éste y de los efectos objetivos de la luz. La autodeterminación de un espacio anónimo no objetivo permitía confiar en la promesa de una nueva realidad efectiva.